La historia de Emilio: El camino de vender boletos o educarse.

¡Hola queridos amigos!
Bienvenidos a otra entrada del blog, espero sea de su gusto, y que alguna de las experiencias que a continuación les comparto, les ayude a seguir mejorando en su vida, y a seguir rompiendo los paradigmas de que no se puede lograr algún deseo con el cual tanto sueñan.

Para comenzar a escribir esta entrada quiero decirles que estuve pensando mucho en el título, no es con el fin de ofender a alguien, o de querer menospreciar a alguien, pues yo siempre he pensado que todos necesitamos de todos, y todos somos importantes en este mundo.
Bueno ya quedado claro el por que del título de esta entrada, les quiero contar la historia de un joven que llevará por nombre Emilio, el cual nos demuestra que por más difícil que parezca el realizar alguna acción, siempre hay un camino para salir adelante.
Cuenta la historia que hayá por el año 2006 existía un joven valiente, carismático, muy lleno de salud y vida como muchos de los que hoy vemos en todas partes.
Una mañana como cualquiera Emilio se levantó como de costumbre, estiró sus manos, bostezando medio adormilado le dio gracias a Dios por otro día más de vida, y al levantarse se iba a llevar una de las sorpresas más grandes que el señor le a puesto en su vida.
Emilio al abrir sus ojos se dio cuenta que todo a su alrededor era neblina, y no por que el clima estuviera frío, pues de la noche a la mañana había perdido casi por completo toda su vista.
En ese momento no supo que decir, ni como actuar, se quedó asustado pensando: Yo creo es un malestar de mis ojos, quizá hay algo en el ambiente que no me deja ver bien, pero no era nada de eso, solo que el señor le estaba poniendo uno de los retos más grandes de su vida.
Emilio cuando pudo reaccionar y supo que ya no veía, empezó a imaginar que el mundo se le estaba terminando, que nadie lo iba a querer por no ver, que no iba a servir para nada, que no iba poder observar todas las maravillas del mundo, que en definitivo su vida estaba muerta en vida.
Cuando supo que ya no iba a ver, su primera reacción fue el ya no querer vivir, que no valía la pena seguir así, que por que Dios le mandaba ese castigo y no a otro.
Con el transcurso del tiempo Emilio se volvió un joven serio, apartado de la sociedad, sin sueños ni metas que alcanzar, no tenía ningún amigo ni novia, solo tenía su cuarto con sus cuatro paredes que parecían una caja de soledad.
Un día Emilio decidió ya no vivir, y pensó que lo mejor era quitarse la vida, por lo que buscó distintas maneras de hacerlo, como el ahorcarse con una soga, romper sus venas con un cuchillo, ahogarse en un tambo lleno de agua, varias eran las cosas que cruzaban por su mente.
Al final de todo eso Emilio tuvo muchas señales divinas el cual le ayudaron a no quitarse su vida, y como obra de arte estaba en el mundo de los ciegos, donde aprendería a valorar la vida de otra manera, y donde hallaría el camino hacia la felicidad.
Emilio empezó a socializarse, tener nuevos amigos, aprender un nuevo modo de escribir llamado braille, tener acceso a la computadora, celulares, pero a pesar de todo esto Emilio no se sentía del todo satisfecho, pues el sabía bien que en algún momento de su vida el tenía que seguir aprendiendo para ser alguien, y las maneras con las cuales ahí se les enseñaba no le agradaban del todo.
Emilio en este momento tenía 21 años, solo tenía su primaria, y cada que buscaba trabajo le decían que no había nada para el, y aparte que no tenía el estudio suficiente.
Pero el camino no era del todo negativo para el joven a esta edad, pues sabía que muchos de sus compañeros ciegos se dedicaban a realizar cosas que para nadie estaban mal, pues siempre dijo que era mejor luchar que robar, algunos lo invitaban a vender boletos, otros a vender dulces, otros a cantar en los camiones, pero Emilio nunca quiso hacerlo, quizá por miedo a no hacerlo bien, por vergüenza, o por algo más.
Sin embargo Emilio se estaba quedando atrás de sus amigos, todos salían a buscar la manera de sacar dinero, de poder sacar adelante a su familia, pero el se resistía a realizar cualquiera de estas cosas.
Emilio poco a poco empezó apartarse de sus amigos, buscar escuelas, en la mayoría lo rechazaban por que no tenían herramientas suficientes para como enseñarle, el cual siempre demostró habilidad para salir adelante, y al final un directivo le comentó que le daría la oportunidad de presentar su examen, que si lo pasaba le daría la entrada a la escuela, pero que si lo reprobaba sería recibido con los brazos abiertos.
El resultado fue positivo para Emilio, pues no solo pasó el examen, pues demostró conocimiento, y desde ahí se puso el reto de estudiar para ser alguien en su vida.
El joven terminó su secundaria abierta y la preparatoria, y fue becado en una de las mejores universidades de su estado.
Hoy el licenciado Emilio se encuentra trabajando feliz, y contento de ver logrado su sueño, quizá tuvo muchos problemas para romper ese paradigma de que por no ver no podías estudiar, el que quizá ya preparado no te darían la oportunidad a trabajar, pero nada de eso lo detuvo.
Para cada uno de nosotros amigos, el ejemplo de Emilio nos lleva a reflexionar de que por más problemas, obstáculos, o dificultades que existan, siempre si tú te lo propones vas a encontrar un camino de luz como Emilio lo encontró, aún viviendo en su mundo de oscuridad.

Te invito a que me sigas por Twitter: @rubenromantico

2 comentarios en “La historia de Emilio: El camino de vender boletos o educarse.

  1. Hola Rubén, recién descubrimos tu blog y te felicitamos por tu honestidad y optimismo. Tus historias pueden servir de ejemplo e inspiración para quienes puedan estar pasando por problemas similares o para quienes quieran conocer sobre quienes vivimos con discapacidad visual.

Deja un comentario